Empecé tarde a nadar, a los 20 años, y es la disciplina que peor se me da. Al principio se progresa rápido pero luego los avances son mucho más lentos. No tiene demasiados secretos, cuanto más tiempo le dediques, mejores son los resultados. Aunque no es tan sencillo, los resultados no mejoran en la misma proporción que la dedicación y esto es triatlón, hay que buscar el equilibrio en la dedicación a cada disciplina y administrar bien el tiempo/energía disponible.
Cada año estoy progresando un poco en la natación, pero estoy lejos de estar satisfecho con mi rendimiento en el agua. Cuando empecé a nadar me insistieron mucho en la importancia de una técnica correcta en la natación y que tenía que trabajar mucho en ello. Es algo que me han repetido sin parar, técnica, ejercicios para corregir errores… y aunque esto es importante, la natación como todo deporte tiene dos aspectos, el técnico y el físico, y este último muchas veces es infravalorado. Creo que hasta alcanzar ciertos ritmos se debe enfatizar en conseguir un correcto gesto técnico, pero a partir de este punto la parte física cobra mayor importancia. Sobre todo para triatletas. Suelo coincidir con algunos ex-nadadores en la piscina que siguen nadando pero bastante menos de lo que hacían. Sus ritmos en piscina ahora son muchísimo más lentos, nado más rápido que muchos de ellos. ¿La diferencia? Que físicamente no están al nivel de antes, no creo que se les olvidara nadar. Lo veo también con los nadadores que compiten actualmente. Cuando nado suave y ellos también, nuestros ritmos son muy similares. En cambio, cuando toca nadar fuerte ellos son capaces de incrementar la velocidad considerablemente y yo casi voy al mismo ritmo cuando nado suave que cuando voy a tope. ¿La razón? La potencia que pueden generar con el tren superior, yo no tengo fuerza suficiente para acelerar la brazada dentro del agua.